miércoles, 12 de noviembre de 2008

¿Habrá gozo en el cielo?

¿Habrá Gozo en el Cielo?


Recientemente el parlamento chileno ha aprobado por unanimidad el proyecto de ley que fija como feriado el 31 de Octubre. Esto como reconocimiento al pueblo evangélico de nuestro país. Las organizaciones evangélicas han celebrado con efusión esta determinación del parlamento y la han considerado como una bendición de Dios. Cánticos, aleluyas y gloria a Dios se escucharon fuertemente en el congreso. Pero ¿es esto realmente un triunfo para la iglesia de Cristo en nuestro país?, ¿constituye un avance en la consecución del propósito de la iglesia? ¿éste es el camino trazado por nuestro Señor en su Palabra? ¿habrá gozo en el cielo por este reconocimiento?.
Al respecto, las palabras de nuestro Señor Jesucristo son más pertinentes que nunca, al ser llevado ante las máximas autoridades de su tiempo y ser interrogado Jesús respondió “mi reino no es de éste mundo; si mi reino fuera de éste mundo, MIS SERVIDORES PELEARÍAN para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí… Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, PARA DAR TESTIMONIO A LA VERDAD. Todo aquel que es de la verdad oye mi voz.” (Jn. 18:36,37).
Jesús disipa toda duda respecto de su pertenencia y su propósito en el mundo.
En primer lugar declara enfáticamente que no pertenece a este mundo.
Al decir “mi reino” está afirmando que él tiene un reino, donde, por implicación, el es el Rey, que es diferente a éste otro reino del cual Pilato era el representante máximo en esa provincia del imperio romano. Y que, consiguientemente, estaba regido por un sistema diferente al otro reino. Esto es lo mismo que Juan plantea en 1 Jn. 2:15-17 “no améis al mundo (reino), ni las cosas que están en el mundo (sistema)…” Esto queda clarificado cuando Jesús dice que si su reino fuera de este mundo, sus SEGUIDORES actuarían de conformidad con él, usando los recursos adecuados a éste sistema. Pero, asevera nuevamente, “mi reino no es de aquí…”. Por tanto, la actuación de sus SEGUIDORES debía ser totalmente diferente a la de aquellos que si PERTENECÍAN a éste mundo.
Recordemos que durante tres siglos la iglesia fue perseguida y oprimida por el reino al cual pertenecía Pilato. Pero que, durante esos tres siglos, a pesar de ello, fue una iglesia fiel al Reino del Señor Jesucristo, al cual si pertenece. Y tampoco olvidemos que cuando ésta misma iglesia buscó el favor de las autoridades de su tiempo, perdió su rumbo y dejó su fidelidad al Reino de Cristo. Olvidar la historia es volver a repetirla y eso sería nefasto para la iglesia que Cristo estableció sobre su propia sangre.
En segundo lugar, positivamente el Señor Jesucristo establece el propósito, la razón de ser de su venida a éste mundo al declarar “para dar testimonio a la verdad…” Este es también el propósito de su iglesia. Para esto está en el mundo. No para luchar por reconocimientos, no para buscar el aplauso y la distinción de las autoridades de turno, no para congraciarse con quienes dirigen este sistema de cosas. Ninguno de los discípulos se preocupó de aquello. Al contrario, cada vez que vemos al mismo Señor o a sus discípulos ante las autoridades de su tiempo, no fue precisamente para congraciarse con ellos. Sino por el contrario, para testificar valientemente de la verdad. Jesús lo hizo ante Pilato, Pablo lo hizo ante Félix, Festo y Herodes.
La iglesia no es de éste mundo, está en el mundo pero no pertenece a él. Su propósito no tiene que ver con los objetivos de éste sistema de cosas. Está en el mundo porque el mundo necesita de su mensaje emancipador, porque el mundo está bajo el maligno, porque el mundo va a pasos agigantados a la perdición, y la iglesia es la única que tiene un mensaje veraz, necesario, transformador y oportuno.
La verdadera alegría de la iglesia y de cada creyente es la salvación de los perdidos, esta es también la gloria de Dios y el gozo de nuestro Señor.
El camino, el rumbo y la meta de la iglesia la fija su Dueño, el dijo “Yo edificaré MI IGLESIA”. Por tanto es oportuno y sabio atender a su voz, antes que escuchar la voz y seguir las directrices de este sistema ideológico y filosófico contrario absolutamente a la voluntad de Dios.
Por último, El Señor termina diciendo a Pilato “todo aquel que es de la verdad oye mi voz” Esto es también oportuno hoy. Todo aquel que PERTENECE a la VERDAD, es decir que pertenece a Jesucristo quien es LA VERDAD, es sensible a la voz del Señor. Y dispone su corazón a obedecer esa bendita voluntad del Señor revelada maravillosamente en su infalible Palabra.
Iglesia de Cristo no pierdas el rumbo y vuelve a la senda Bíblica.

Doulos

1 comentario:

killuaX dijo...

Hola pastor Ivan, soy Camilo, lei el tema relacionado con el feriado y me parecio preciso en lo referente a la relacion entre la iglesia y el mundo, queria pedir su permiso para poder publicar sus documentos en facebook y además para enviarlo por mail o terceros,